viernes, 14 de noviembre de 2014

El adolescente como elemento catalizador para su familia


Foto: T. Román
"Una familia sana evoluciona al ritmo en que se desarrollan sus integrantes"

Para el trabajo que queremos desarrollar, ponemos en duda la coherencia del funcionamiento de familias descompensadas en su exasperante ritmo, por el que se trata de alcanzar la utopía de satisfacer lo individual y lo grupal a un tiempo. A veces parece que la distancia entre lo que se piensa, se siente y se actúa es cada vez mayor y el punto de encuentro resulta puramente formal. Es complicado predecir dónde nos conducen los actuales entornos mal dibujados, esas funciones poco netas de la familia actual. En este ambiente se hace cada vez más complejo consolidar lo singular, dotar al sujeto de una sólida identidad necesaria para un funcionamiento maduro. “La velocidad de cambios exige una familia en permanente reactualización. El tránsito de lo tradicional a lo novedoso deja sin referentes y confundidos a los sujetos en el ejercicio de sus roles. ¿Son más libres en el intercambio de funciones o están más desorientados? La rapidez y la oferta de consumo muestran lo efímero de la plenitud y la satisfacción. Se necesita permanentemente llenar vacíos.

¿Quién es más vulnerable en una familia? Hubo un tiempo -bien cercano- en el que la mujer tuvo que multiplicarse para asumir sus viejas funciones demostrando, en un necesario y transitorio alarde de omnipotencia, que además era capaz de desempeñarse profesionalmente con eficacia; en la medida en que conquista reconocimiento, los perfiles materno y paterno comienzan a desdibujarse en la familia.

Cada vez tienen menos fuerza las presiones reales (sociedad, biología, legislación...) o imaginarias que restan libertad a la hora de escoger el modelo familiar: pareja homo o heterosexual / monoparental / con hijos propios / adoptados / nuevas parejas en las que ambos aportan hijos de anteriores relaciones / inseminación artificial / vientres de alquiler... ¡o sin hijos por decisión propia a riesgo de ser tachados de egoístas!

Por otra parte, y volviendo a la etapa adolescente, cada vez termina antes la niñez y despunta más tarde la juventud... la «edad del pavo» agota a adolescentes y padres. Hay mucha prisa en que los niños maduren y sean independientes, puesto que cada vez hay menos adultos disponibles para atenderles (aumentan las ratios de los colegios, los horarios de trabajo de los padres, los abuelos suelen estar más lejos...).

Pero lo que se alcanza es una adolescencia precoz a la que muchas veces faltan herramientas para afrontarla ¿Quizá por eso se tarda más en abandonar y alcanzar independencia real como sujeto y no esa aparente autosuficiencia para desenvolverse en la vida? Se tiende a culpar a la crisis de la dificultad para conseguir autonomía y quizá esa es una verdad que impide detectar otros factores.

Fotografía: Isabel Sanfeliu
Esta es la realidad de la que partimos para traer a escena a una adolescente como elemento catalizador para su grupo, su familia. A partir de cuatro escenas dramatizadas veremos las diferentes sensaciones, emociones y reacciones que induce en el grupo familiar, dependiendo del rol que la adolescente adopta.

Conceptos como adaptación al cambio y reconstrucción del equilibrio de la familia, se dibujan a lo largo del artículo.

Artículo completo: "Cartografías Familiares. De cómo la adolescencia provoca nuevos emergentes en la estructura del grupo familiar" - Clínica Contemporánea,Vol. 5, nº 1 2014 (69-80)

Kreadis realiza actividades en el ámbito del desarrollo familiar orientadas a ayudar a las familias a evolucionar y mejorar sus vínculos.





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